borrachitos de la vida

Prendido a una botella vacía recorren el camino de la vida, batallando día a día juntos se hacen más fuertes, aunque la vida se empeñe en hacerlos crecer, ellos nunca dejan de reunirse y volverse simplemente adolescentes otra ves.

Con los reyes sobre la mesa comparten una copa de alcohol, deciden su suerte impidiendo que el destino sea artífice de sus propias decisiones, recuerdan sueños perdidos, que algunas veces pudieron consumar.

En la inmensidad de la noche, ante la oscuridad de la desgracia ellos siempre están, son solo simplemente cinco hermanos luchando juntos y remando en una misma embarcación, la vida.

La música los une aun más, identificados por sus ideologías son capaces de dar su propia vida, son compañeros de esta obra de teatro, la vida.
Congregados en un bar, aturdidos por el dulce beso del alcohol, olvidan sus penas y disfrutan de la noche, bebiendo hasta el amanecer.

Recorren el camino en busca de aventuras, de pueblo en pueblo se llevan recuerdos y frases jamás dichas, pero que alguna ves intentamos decir, son simplemente niños jugando a ser adultos.
Sin preocupaciones, no saben a donde van, en barcos de papel se dejan llevar hacia el mar, desviándose de toda la maldad.

Recostados sobre el pasto las nubes pasan a través de ellos, y el tiempo se detiene, y vuelven a ser niños indiferentes, mareados por el dulce beso de la uva juegan en un barranco sin importarles si caen a través de el, ruedan sus quimeras junto a ellos, la alegría de la amistad.

Son cinco gorriones libres que vuelan hacia sus sueños, esperando que sus fantasías y deseos más profundos se hagan realidad, volando a través de la oscuridad.
La sangría que llevan en su corazón los alegra, los redime de todo mal, son solo borrachitos de la vida unidos por su amistad.

Sellaron su amistad en el frió polar de un invierno inolvidable, grabaron un pacto de amistad y unión eterno en la esencia de cada uno, por siempre.
Le anunciaron al cielo su destino, su alianza, su decisión…… ser amigos por toda la eternidad.




Dedicado a los porongas de un calido invierno.